Colmena
Agudo el llanto se abre al cielo,
el sacrificio reúne el celo,
con su fuerza de hambre,
noche y desconsuelo.
Con los labios semiabiertos
(de la mañana de sus senos)
anida sueños y un destino espeso;
(como colmena bajo el humo)
el río baila en las piedras
custodio de la pena.
Regada la tierra
las semillas cumplen su ciclo
y la abundancia refresca esta aldea
con marmolados recuerdos.
Saludo al sol su gran alteza,
ya nada frena esta enorme rueda,
un canto de gorrión con melodiosa compañía,
ahora todo es siesta.
Habrá que prevenir,
si sube la marea,
cuando se llene la luna
y los ecos del sereno invierno
suenen sabiéndose eternos.
No Química
(música)
Ricardo Costa Brizuela
(letra)